martes (Tuesday)

LABORAR EN EL CRISTO TODO-INCLUSIVO
TIPIFICADO POR LA BUENA TIERRA
PARA LA EDIFICACIÓN DE LA IGLESIA
COMO CUERPO DE CRISTO,
PARA LA REALIDAD Y MANIFESTACIÓN DEL REINO
Y PARA QUE LA NOVIA SE PREPARE
CON MIRAS A LA VENIDA DEL SEÑOR-Semana 9 

Una tierra de granados

Versículos relacionados
Efesios 3:17-19
17 para que Cristo haga Su hogar en vuestros corazones por medio de la fe, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
18 seáis plenamente capaces de aprehender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la altura y la profundidad,
19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.

Colosenses 1:12-13
12 dando gracias al Padre que os hizo aptos para participar de la porción de los santos en la luz;
13 el cual nos ha librado de la autoridad de las tinieblas, y trasladado al reino del Hijo de Su amor,

Colosenses 3:4, 3:10-11
4 Cuando Cristo, nuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria.
10 y vestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,
11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro, escita, esclavo ni libre; sino que Cristo es el todo, y en todos.

Lectura relacionada
Si queremos evitar prestar atención al yo, debemos concentrarnos en algo mejor. Ésta es la razón por la cual necesitamos una visión de lo extenso que es Cristo, la visión que nos presenta el libro de Colosenses. Si tenemos esta visión, centraremos todo nuestro ser en el Cristo extenso, quien luego nos llenará y nos ocupará. Debido a que el Cristo extenso nos llena, no necesitaremos el judaísmo, el gnosticismo, el misticismo ni el ascetismo. El Cristo vasto, extenso e inescrutablemente rico ocupará nuestro ser. Espontáneamente, este Cristo empezará a reemplazar cada aspecto de nuestra vida humana natural consigo mismo. (Estudio-vida de Colosenses, pág. 449)

El libro de Colosenses presenta una visión del Cristo maravilloso, extenso y todo-inclusivo. Una vez que recibimos esta visión, todo nuestro ser será atraído por este Cristo, y será poseído y ocupado por Él. Este Cristo extenso quien ocupa nuestra atención entonces comenzará a reemplazar gradualmente cada elemento de nuestra vida humana natural. Él reemplazará consigo mismo nuestra bondad, nuestra humildad y nuestro amor hacia nuestros padres. Cuando mucho, nuestras virtudes naturales son como cobre bruñido, pero Cristo es el oro. Él es mucho más valioso que cualquier cosa que poseamos por naturaleza. Cuanto más experimentemos al Cristo que todo lo sobrepasa y que reemplaza todo consigo mismo, más podremos declarar: “Para mí el vivir es Cristo” … Para nosotros, el vivir será el Cristo que ha tomado plena posesión de nosotros y que nos ocupa y llena consigo mismo. Ser perfectos, plenamente maduros, en Cristo es ser llenos y saturados de Cristo. Seguimos siendo nosotros mismos, pero somos empapados, saturados y llenos de Cristo. Entonces, espontáneamente, nuestro vivir es Cristo … Debemos entregarnos de manera absoluta al Señor para permitirle que viva en nosotros día tras día. Si su esposo o esposa le pone las cosas difíciles, no se defienda ni se vindique. Simplemente deje que Cristo viva en usted. No obstante, reconocemos que es fácil hablar de esto, pero muy difícil practicarlo.

Un ejemplo de nuestra relación con Cristo es el de injertar una rama de un olivo silvestre en un olivo cultivado. Cristo es el olivo cultivado, y nosotros somos las ramas del olivo silvestre. En primer lugar, nosotros somos cortados del olivo silvestre, y luego puestos en el olivo cultivado en el punto donde se hizo la incisión. Después de esto, la rama del olivo silvestre es atada al olivo cultivado. En esto consiste el injerto. Mediante el injerto, la savia del olivo cultivado fluye en la rama del olivo silvestre, con lo cual la empapa, satura y llena. Con el tiempo, la rama dará fruto. De la misma manera, nosotros somos las ramas que fueron injertadas en Cristo, quien es el olivo cultivado. Si somos empapados, saturados y llenos de la savia del olivo cultivado podremos decir: “Para mí el vivir es el olivo cultivado”. Una rama que llega a esta etapa es una rama que ha madurado plenamente en el olivo cultivado. Esto es un ejemplo de lo que significa ser perfectos, plenamente maduros, en Cristo. Ser perfectos en Cristo es ser saturados y llenos de Cristo; consiste en que cada parte de nuestro ser sea ocupada por Cristo.

La palabra griega traducida “perfecto” en 1:28 es la misma que se usa en Efesios 4:13, donde Pablo dice: “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a un hombre de plena madurez, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”. La medida de la estatura de la plenitud de Cristo no es otra cosa que un hombre de plena madurez. Con el tiempo, esta madurez dará por resultado el Cuerpo, la expresión corporativa de Cristo. Todos debemos crecer y llegar a la plena madurez, a fin de que Cristo obtenga un hombre corporativo plenamente maduro, el cual es el Cuerpo, el organismo que lo expresa. (Estudio-vida de Colosenses, págs. 449, 451-453)

Lectura adicional: Estudio-vida de Colosenses, mensaje 49; Truth Lessons—Level Three, t. 1, L. 4

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