lunes (Monday)

EXPERIMENTAR, DISFRUTAR
Y EXPRESAR A CRISTO (1) – SEMANA 11

En la casa del Padre:
vivir en el lugar que nos ha sido preparado
mediante la muerte y resurrección de Cristo

Versículos relacionados
Juan 14:1-2
1 No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en Mí.
2 En la casa de Mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, Yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

1 Timoteo 3:15
15 pero si tardo, escribo para que sepas cómo uno debe conducirse en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad.

Juan 2:16
16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de Mi Padre casa de mercado.

Efesios 2:21-22
21 en quien todo el edificio, bien acoplado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor,
22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el espíritu.

1 Pedro 2:5
5 vosotros también, como piedras vivas, sois edificados como casa espiritual hasta ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

Lectura relacionada
Juan 14:1 revela dos asuntos muy importantes. El primero es que el Señor es igual a Dios. Si uno cree en Dios, también debe creer en el Señor, porque Él es igual a Dios. De hecho, el Señor es Dios mismo.

El segundo punto importante en 14:1 es la diferencia que hay entre creerle a Dios y creer en Él, esto es, entrar en Él al creer. Tal vez usted diga que le cree a Dios, pero ¿cree usted en Dios? … El pensamiento básico de este capítulo es que el Señor quiso ayudar o instruir a Sus discípulos a estar en Dios. Debemos recordar que creerle a Dios es algo objetivo, pero creer en Dios es algo subjetivo. Es este tipo de creer subjetivo el que nos introduce en Dios. En efecto, el Señor decía: “Si creéis en Dios, debéis creer también en Mí”. La preposición en es muy importante … No debemos pasar por alto la preposición en. No es cuestión de creer el hecho en forma objetiva, sino de un creer subjetivo que nos introduce en Dios. El pensamiento central de este capítulo es que debemos entrar en Dios al creer. (Estudio-vida de Juan, págs. 353, 354)

Según el concepto natural, la mayoría de los cristianos piensa que la casa del Padre mencionada en Juan 14:2 debe referirse al tercer cielo, donde mora Dios el Padre. Pero no debemos interpretar la Biblia conforme a nuestros conceptos naturales. Al contrario, debemos interpretar la Escritura con la Escritura … La expresión la casa de Mi Padre aparece dos veces en el Evangelio de Juan. La primera mención aparece en 2:16, donde claramente se refiere al templo, la morada de Dios en la tierra. El templo es un tipo, una figura, del cuerpo de Jesús (v. 21), el cual … fue agrandado en resurrección para ser el Cuerpo de Cristo … En 2:16 la casa de Mi Padre se refiere al templo en la tierra. No denota un lugar en los cielos, sino el templo de Dios en la tierra. Ya que el templo tipifica el cuerpo de Jesús, Su cuerpo es el tabernáculo (1:14), es decir, el templo, para la morada de Dios en la tierra. Esta interpretación de la expresión la casa de Mi Padre es mostrada claramente en el capítulo 2 … No debemos considerar que la expresión hallada en 14:2 tiene un significado distinto al de la misma expresión que aparece en 2:16, pues esto sería ilógico. La segunda vez que esta expresión se utiliza en el mismo Evangelio debe tener el mismo significado que la primera vez. Por lo tanto, la casa del Padre mencionada en el capítulo 14 también debe significar la morada de Dios en la tierra. No puede significar el tercer cielo. En el capítulo 2 la casa del Padre finalmente es el Cuerpo de Cristo, y en el capítulo 14 la misma expresión también debe ser el Cuerpo de Cristo … Ahora tenemos la interpretación apropiada de la expresión la casa de Mi Padre: es el Cuerpo de Cristo, es decir, la iglesia.

En las Epístolas está plenamente desarrollada la revelación de que el Cuerpo de Cristo es la iglesia y de que la iglesia es la casa de Dios. En 1 Timoteo 3:15 se nos revela que la iglesia es la casa del Dios viviente. Por esto, la casa del Padre debe significar la casa del Dios viviente en la tierra, y no en los cielos. En 1 Corintios 3:16 se afirma que los creyentes como una sola entidad son el templo de Dios. En 1 Pedro 2:5 leemos que nosotros, como piedras vivas, somos edificados como casa espiritual … Además, Hebreos 3:6 dice que nosotros somos la casa de Dios, y Efesios 2:21-22 dice que los creyentes son edificados conjuntamente como morada de Dios, no en los cielos, sino en el espíritu. Así que, todo el Nuevo Testamento apoya la interpretación, según lo vemos en el propio Evangelio de Juan, de que la casa del Padre finalmente es el Cuerpo de Cristo. La casa del Padre mencionada en el Evangelio de Juan, así como en todo el Nuevo Testamento, no se refiere a los cielos, sino al Cuerpo de Cristo, el cual es la iglesia como la morada, la habitación de Dios en la tierra. (Estudio-vida de Juan, págs. 354-356)

Lectura adicional: Estudio-vida de Juan, mensajes 29-30

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