La enseñanza de los apóstoles, Capitulo 6

La enseñanza de los apóstoles

CAPITULO SEIS

EL MINISTERIO DE CRISTO
EN SU ASCENSION

(1)

Lectura bíblica: Mr. 16:19; He. 4:14a; Ef. 1:20a-23; He. 8:1b; Ap. 3:21b; He. 2:7b; Ap. 5:1, 6-7; Hch. 2:36b; 10:36b; 5:31a; He. 4:14-15; 7:26; 8:2; Ap. 1:5a; Ef. 1:22; 5:23a; Mt. 3:16; Lc. 4:18-19; Mr. 16:9a, 19; Hch. 2:1-4, 17, 33; He. 9:28b; 2 Ti. 4:1b; Jn. 1:29; Ap. 5:5-7

Hemos visto que la enseñanza de los apóstoles consiste en todo lo que Dios ha dicho en el Nuevo Testamento. Esta enseñanza tiene que ver con la economía neotestamentaria de Dios, desde la encarnación de Dios hasta la consumación de la Nueva Jerusalén, e incluye todo el Nuevo Testamento, desde Mateo hasta Apocalipsis. Los puntos de la enseñanza de los apóstoles que hemos visto hasta aquí son la encarnación del Dios Triuno, la muerte todo-inclusiva de Jesucristo, la resurrección de Jesucristo, la ascensión de Cristo, y el derramamiento del Espíritu Santo para bautizar en un solo Cuerpo a todos los creyentes. La iglesia es el Cuerpo de Cristo, la novia de Cristo, el nuevo hombre universal, la casa de Dios, el templo de Dios, la asamblea que ha sido llamada fuera, el reino de Dios y el reino de los cielos.

Desde el comienzo de la iglesia hasta el milenio, el reino de mil años, hay tres puntos principales, los cuales son el ministerio de Cristo en Su ascensión, la segunda venida de Cristo y el arrebatamiento de los santos. Hablaremos de estos tres puntos principales antes de considerar el reino milenario. El ministerio de Cristo en Su ascensión corresponde a la iglesia. Sin la segunda venida de Cristo, no podrá existir el reino milenario. Sin el arrebatamiento de los santos, los santos vencedores no podrán entrar en la realidad de la parte celestial de la manifestación del reino de los cielos en el milenio. El ministerio celestial de Cristo, la segunda venida de Cristo, y nuestro arrebatamiento son tres puntos cruciales de la enseñanza de los apóstoles.

Entre los cristianos, generalmente se enfatiza la obra que Cristo hizo en la tierra. Pero, ¿quién habla del ministerio celestial de Cristo? La mayoría de los cristianos no han oído mucho acerca del ministerio celestial de Cristo. En este mensaje queremos ver el ministerio de Cristo en Su ascensión. En particular, queremos ver al Cristo en ascensión, los oficios de Cristo en Su ascensión, y el ministerio celestial de Cristo, el cual es la continuación y complemento de Su ministerio terrenal. En realidad, el ministerio terrenal de Cristo y Su ministerio celestial no son dos ministerios; más bien, son dos secciones del ministerio de Cristo. El ministerio de Cristo no sólo consiste en lo que El hizo en la tierra, sino también en lo que está haciendo en los cielos. No ha completado Su ministerio.

Cuando yo era un joven y estaba entre los Hermanos, ellos enfatizaban Juan 19:30 donde Cristo dijo en la cruz: “Consumado es”. Los Hermanos decían que toda la obra de nuestra salvación había sido terminada. Es correcto decir que la primera sección del ministerio de Cristo se ha terminado. Por medio de Su crucifixión El terminó la obra de Su muerte todo-inclusiva mediante la cual El efectuó la redención. Sin embargo, en realidad nuestra salvación todavía no se ha terminado; todavía está en proceso. El ministerio de Cristo continúa después de Su obra en Su ministerio terrenal. Lo que Cristo está haciendo en Su ministerio celestial es imprescindible. Para ver más detalles acerca del ministerio celestial de Cristo, les recomiendo el libro que hemos publicado bajo el título El ministerio celestial de Cristo.

EL CRISTO EN ASCENSION

Antes de ver al Cristo en ascensión, necesitamos considerar los aspectos sobresalientes del Cristo en la tierra. Los símbolos sobresalientes de la obra de Cristo en la tierra fueron el pesebre y la cruz. El pesebre se refiere a la encarnación de Cristo, a la primera venida de Cristo, y la cruz se refiere a la muerte de Cristo. Tal vez un rey viva en un palacio, pero después del nacimiento de Jesús, El fue puesto en un pesebre. La vida del Hombre-Salvador comenzó con un pesebre, en el estado más bajo. Su primer alojamiento en esta tierra fue un pesebre.

En la obra celestial de Cristo, Su ministerio en ascensión, los señales significativas son el trono y la corona. El trono reemplaza el pesebre, y la corona toma el lugar de la cruz. Esto es muy significativo. Anteriormente en la tierra, Jesús estaba relacionado con el pesebre y la cruz. Pero ahora Cristo está en los cielos. El está en ascensión (Mr. 16:19; He. 4:14a). Necesitamos ver qué clase de Cristo tenemos en los cielos, en Su ascensión.

En Su ascensión, Cristo está sentado a la diestra de Dios (Ef. 1:20b). También está sentado en el trono de Dios. Hebreos 8:1b dice que Cristo “se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos”. Cristo está sentado en los cielos a la diestra del trono. En Apocalipsis 3:21b el Señor dice: “Yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. Cristo está sentado a la diestra del trono y en el trono del Padre.

En Su ascensión, Cristo también ha sido coronado de gloria y de honra (He. 2:7b, 9). La gloria se refiere a una condición, una situación, y la honra se refiere a una posición. En los cielos, en ascensión, Cristo está en una situación de esplendor y en una condición llena de gloria. También está en una posición llena de honra. Tanto la gloria como el honor son una corona para El. La palabra coronado implica designado. Cristo fue designado con gloria y honra. Que Cristo esté sentado a la diestra de Dios significa que El está en una posición de honor. El ocupa el primer lugar. Cristo debe ser honrado porque El es honorable, y debe ser alabado porque El es glorioso. La gloria es el esplendor relacionado con la persona de Jesús; el honor es la preciosidad relacionada con el mérito o valor de Jesús (1 P. 2:7, “lo más preciado” en griego es la misma palabra que se traduce como “honra” en He. 2:9), y la dignidad relacionada con Su posición (2 P. 1:17; cfr. 1 P. 2:17; Ro. 13:7).

En Su ascensión, Cristo también está muy por encima de todo principado, autoridad, poder, señorío y todo nombre que se nombra en este siglo y también en el venidero (Ef. 1:21). Principado se refiere al oficio más alto, autoridad, a todo tipo de poder oficial (Mt. 8:9), poder, a la mera potencia de la autoridad, y señorío se refiere a la preeminencia establecida por el poder. Todo nombre que se nombra no sólo se refiere a los títulos de honor, sino también a todo lo que tiene un nombre. Cristo ha sido sentado muy por encima de todo, no sólo de las cosas de este siglo, sino también de aquéllas de la era venidera. Esto significa que nadie puede compararse con Cristo. Todos están por debajo de El. Cristo está muy por encima de los presidentes, los reyes y las reinas. El es el Soberano más alto y el Ser más alto de todo el universo. El es la única Cabeza y la única autoridad. En Su ascensión Cristo es la Persona más gloriosa, la Persona más honorable, la Persona más poderosa, y la autoridad más alta. Cuando clamamos: “Oh Señor Jesús”, ¿qué comprendemos acerca de El? Nos falta el conocimiento adecuado con respecto a Cristo. Necesitamos ver y conocer al Cristo en ascensión.

En Su ascensión, todas las cosas están sometidas bajo Sus pies (Ef. 1:22a). Todo está bajo Sus pies. Todos hemos llegado a ser miembros de Cristo. La parte más baja de Cristo son Sus pies. El hecho de que todo está bajo Sus pies significa que todas las cosas están bajo nosotros. Nosotros no estamos bajo los pies de Cristo porque somos los miembros de Su Cuerpo.

En ascensión Cristo fue dado por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, para que fuera la Cabeza de Su Cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo (vs. 22b-23). El Cuerpo es la plenitud, la plena expresión de Cristo, Aquel que todo lo llena en todo. Como Aquel que todo lo llena en todo, El es ilimitado, insondable e inmensurable.

Este Cristo ha recibido de Dios la autoridad de administrar todo el universo (Ap. 5:1, 6-7). Cristo es el verdadero administrador de los cielos y de todas las naciones de la tierra. En Mateo 28:18 el Señor les dijo a los discípulos que toda potestad le había sido dado en el cielo y en la tierra. Apocalipsis 4 y 5 nos muestran un cuadro de la escena que se vio en los cielos inmediatamente después de que Cristo ascendió a los cielos. En Apocalipsis 5 Cristo, el Cordero de Dios, estaba de pie en medio de los cuatro seres vivientes y los ancianos. Aquel que estaba sentado en el trono tenía en Su mano un libro sellado con siete sellos. Ese libro puede compararse a un “itinerario” de todo lo que sucederá desde la ascensión de Cristo hasta la Nueva Jerusalén. Dios estaba sentado en el trono, teniendo en Su mano este libro, el horario de Su administración en todo el universo. Los siete sellos con los cuales el libro está sellado en realidad son su contenido. Juan vio a un ángel que pregonaba a gran voz: “¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?” (5:2). Juan lloró porque no se halló a ninguno digno de hacerlo (vs. 3-4). Luego uno de los ancianos dijo a Juan: “No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y sus siete sellos” (v. 5). Cristo es quien está capacitado para abrir el misterio de la economía de Dios y llevarlo a cabo. Esto indica que Cristo es el que ha recibido la autoridad misma para administrar todo el universo.

LOS OFICIOS DE CRISTO EN SU ASCENSION

Ahora queremos pasar a ver los oficios de Cristo en Su ascensión. En Su ascensión El es el Cristo (Hch. 2:36b). El es el Ungido de Dios que lleva a cabo la comisión de Dios, la gran comisión de la economía neotestamentaria de Dios, la cual es eterna. Como el Cristo, El ha sido comisionado y designado por Dios para llevar a cabo el plan eterno de Dios, Su economía eterna. También es el Señor (v. 36b; 10:36b). Como Señor, El es el Poseedor, el Dueño, el que tiene el poder de poseer todas las cosas, todos los asuntos y todas las personas. Cristo es el Poseedor y Dueño de todo lo que hay en el universo.

En Su ascensión El es el Líder, el Príncipe (5:31a). La palabra en griego que se traduce “príncipe” también significa “líder, autor, u originador” (3:15). Cristo es el Príncipe, el Líder. El reina sobre todas las cosas en la tierra. Hechos 5:31 indica que Cristo, como Príncipe y Líder, dirige toda la situación y ambiente del mundo de modo que los escogidos de Dios puedan ser salvos uno por uno. Con Su autoridad El rige soberanamente la tierra a fin de que el ambiente sea propicio para que el pueblo escogido de Dios reciba Su salvación (cfr. 17:26-27; Jn. 17:2).

Luego el Líder llega a ser nuestro Salvador (Hch. 5:31a). El nos llevó a una posición para salvarnos, y El está capacitado para salvarnos. En ascensión, no sólo es nuestro Salvador, sino también nuestro Sumo Sacerdote (He. 4:14-15; 7:26). Ahora, después de salvarnos, está orando por nosotros en los cielos. Ahora Cristo como Sumo Sacerdote se encarga de nosotros delante de Dios, y nos está cuidando en nuestro ambiente. También es un Ministro (8:2). Mientras está orando por nosotros y cuidándonos, se está ministrando a Sí mismo con todas Sus riquezas, dentro de nosotros. En Su ascensión, Cristo también es el Soberano de los reyes de la tierra (Ap. 1:5a). Todos los reyes están bajo El. Los gobernantes de este mundo no son los gobernantes verdaderos. Cristo es quien rige el mundo. El también es la Cabeza sobre todas las cosas (Ef. 1:22) y la Cabeza de la iglesia (5:23a).

Nadie puede compararse con Cristo. El es el Cristo, el Señor, el Líder, el Salvador, el Sumo Sacerdote, el Ministro, el Soberano de los reyes de la tierra, la Cabeza sobre todas las cosas, y la Cabeza de la iglesia. El objetivo de que El sea la Cabeza sobre todas las cosas es que El sea la Cabeza de la iglesia, lo cual significa que todo lo que El es, lo es para la iglesia. Ahora nosotros estamos en la iglesia, la cual es muy bendecida teniendo por Cabeza al Cristo todo-inclusivo.

EL MINISTERIO CELESTIAL DE CRISTO
ES LA CONTINUACIÓN Y EL COMPLEMENTO
DE SU MINISTERIO TERRENAL

El ministerio celestial de Cristo es la continuación y el complemento de Su ministerio terrenal. No debemos pensar que el ministerio de Cristo ha terminado. Su ministerio todavía continúa en los cielos. Su ministerio en los cielos es una continuación del ministerio que llevó a cabo en la tierra. Esta continuación también es el complemento. Sin el ministerio celestial de Cristo, Su ministerio terrenal nunca podría ser complementado ni completado.

El ministerio terrenal de Cristo comenzó con Su bautismo en agua y Su unción con el Espíritu Santo, y terminó en Su resurrección (Mt. 3:16; Lc. 4:18-19; Mr. 16:9a, 19). Cuando Cristo fue bautizado en agua, fue ungido por el Espíritu Santo. El Espíritu Santo como paloma descendió sobre El. Eso fue la unción realizada por Dios por medio del Espíritu Santo. Eso lo instauró en Su ministerio. Primero, El fue designado y nombrado por Dios. Luego, fue inaugurado en el río Jordán cuando fue bautizado. El tiempo desde Su bautismo hasta Su resurrección fue el período de Su ministerio terrenal. Los puntos principales de la sección de Su ministerio terrenal son Su vivir humano, Su crucifixión y Su resurrección.

El ministerio celestial de Cristo comenzó desde que el Espíritu Santo fue derramado sobre El, y concluirá en la segunda aparición de Cristo en la tierra (Hch. 2:1-4, 17, 33; He. 9:28b; 2 Ti. 4:1b). Los asuntos principales en la sección de Su ministerio celestial son ocuparse de la iglesia, haciéndola una iglesia gloriosa, hacer válido el nuevo pacto y ejecutar el nuevo testamento, ministrar a los creyentes como Sumo Sacerdote, Abogado, y Ministro en los cielos, regresar, y transfigurar a los creyentes.

En Su ministerio terrenal, El ministraba como Cordero (Jn. 1:29). Como Cordero en Su ministerio terrenal, Cristo efectuó la plena redención para nosotros al ser inmolado en la cruz para pasar por la muerte todo-inclusiva conforme a los requisitos de Dios: la justicia, la santidad y la gloria.

En Su ministerio celestial El ministra como León-Cordero (Ap. 5:5-7). El León-Cordero es indicio de que el propio Cristo quien era el Redentor ha venido a ser el Victorioso como León. En Su ministerio celestial, como Aquél quien es victorioso, El conquistará a todos Sus enemigos y traerá Su reino a la tierra.