El mover de Dios en el hombre, Capitulo 1

EL MOVER DE DIOS EN EL HOMBRE

CAPITULO UNO

EN SU ENCARNACION

(1)

Lectura bíblica: Jn. 1:1, 14; 1 Ti. 3:16; Ro. 8:3; Is. 9:6; Lc. 1:35; Mt. 1:20

BOSQUEJO

  1. El mover de Dios en el hombre no tiene precedente en la historia:
    1. Antes de la encarnación Dios se movía sólo con los hombres y entre ellos.
    2. A partir de la encarnación Dios se ha movido principalmente en el hombre.
  2. El mover de Dios con los hombres y entre ellos:
    1. No es el mover que lleva a cabo directamente la economía eterna para Cristo y la iglesia.
    2. Es el mover indirecto en la vieja creación, que prepara el mover directo de Dios en Su nueva creación con miras a Su economía eterna.
  3. El mover de Dios en Su encarnación—Jn. 1:1, 14:
    1. Viene de la eternidad y entra en el tiempo.
    2. Viene con Su divinidad para entrar en humanidad.
    3. Para mezclar lo divino y lo humano como una sola entidad, manteniendo distintivos los dos elementos de esta entidad sin producir un tercer elemento.
  4. La Trinidad Divina en Su totalidad participó en la encarnación:
    1. La encarnación de Cristo como Dios—1 Ti. 3:16; Jn. 1:1, 14.
    2. La encarnación del Hijo de Dios—Ro. 8:3.
    3. Dios Padre participó en la encarnación—Is. 9:6.
    4. Dios el Espíritu se unió a la encarnación—Lc. 1:35; Mt. 1:20.

En esta serie de mensajes veremos el mover de Dios en el hombre, el cual es la historia de Dios en Su unión con el hombre en el Nuevo Testamento. En la serie anterior de mensajes titulada La historia de Dios en Su unión con el hombre, vimos el mover de Dios en el Antiguo Testamento desde Génesis hasta Levítico. Dios se movía con los hombres y entre ellos en el Antiguo Testamento, pero nunca se movió en el hombre.

Cuando tocamos este asunto, debemos ser cuidadosos porque en el Antiguo Testamento hay indicios de que Dios se aparece a algunos. Dios se le apareció a Abraham en Génesis 18 en forma de hombre. Un día Abraham estaba sentado a la puerta de su tienda cuando tres hombres vinieron a él. Dos de ellos eran ángeles y el otro era Jehová, Dios mismo. Entonces, en Génesis 18 no solamente Dios, sino también los ángeles aparecieron teniendo forma de hombre. Abraham preparó agua para lavar los pies de Jehová, y Sara preparó la comida. Esto demuestra que la aparición de Dios al hombre y la relación que tiene con el hombre es muy misteriosa.

Pero en principio necesitamos ver que Dios no se movía en el hombre en el Antiguo Testamento; El sólo se movía con los hombres y entre ellos. No fue sino hasta la era del Nuevo Testamento que Dios empezó a moverse en el hombre sobre esta tierra. Su primer paso para moverse en la era del Nuevo Testamento fue entrar en el hombre. Dios dio un paso decisivo para entrar en el hombre, y éste fue la base para moverse en el hombre por todo el Nuevo Testamento. Dios entró en el vientre de una virgen humana y permaneció allí nueve meses para nacer de esa virgen. Esta fue Su acción para entrar en el hombre y fue la base para Su mover posterior en él.

El Antiguo Testamento fue una preparación para el mover de Dios en el hombre en el Nuevo Testamento. Estrictamente, el mover de Dios en el Antiguo Testamento tuvo lugar entre los hombres y por medio de ellos, mas no en el hombre. Cuando llegó la era del Nuevo Testamento, el método de Dios cambió totalmente. En el Antiguo Testamento El obraba siempre con los hombres y entre ellos, pero a su vez fuera de los hombres. Sansón es un claro ejemplo de esto. Sansón era muy fuerte y estaba lleno del poder de Dios, pero su vida personal era un desastre. Esto demuestra que el mover de Dios en el Antiguo Testamento se daba fuera del hombre y no estaba relacionado con la vida interior. Ahora, el Nuevo Testamento es diferente del Antiguo Testamento por el solo hecho de que Dios entró en el hombre. Dios nació del hombre. Mateo 1:20 dice que lo que había nacido de María era del Espíritu Santo. Dios se engendró en María. Un día Dios salió de la eternidad con Su divinidad y entró en el vientre de una virgen para engendrarse allí.

He estudiado la Biblia por muchos años, y en mi estudio he llegado a la conclusión de que existen diez puntos principales en la economía eterna de Dios revelada en los veintisiete libros del Nuevo Testamento. Los primeros cinco puntos son los pasos del mover de Dios, y los últimos cinco son los resultados del mover de Dios. En la economía eterna de Dios en el Nuevo Testamento, existen cinco pasos y cinco resultados del mover de Dios en el hombre.

Los cinco pasos son la encarnación, el vivir humano, la crucifixión, la resurrección y la ascensión. Estos son los pasos que Dios dio en Su mover en el hombre sobre la tierra. El se encarnó en el hombre, y vivió en el hombre. En la encarnación El entró en el vientre de María y permaneció allí nueve meses. Después de Su nacimiento El pasó por un vivir humano de treinta y tres años y medio. Luego fue a la cruz para ser crucificado en el hombre. Jesús fue crucificado en la cruz como hombre, pero no era meramente un hombre. El era el mismo Dios. Luego El resucitó. El se levantó de los muertos como hombre y ascendió a los cielos como hombre. Estos son los cinco pasos de Su mover. Los cinco resultados de estos pasos son la iglesia, el Cuerpo de Cristo, el nuevo hombre, el organismo del Dios Triuno procesado y consumado, y la Nueva Jerusalén. Estos cinco pasos y estos cinco resultados abarcan todo el Nuevo Testamento en lo que respecta al mover de Dios en el hombre. La primera página del Nuevo Testamento trata de la encarnación, y la última página del Nuevo Testamento trata de la Nueva Jerusalén.

I. EL MOVER DE DIOS EN EL HOMBRE
NO TIENE PRECEDENTE EN LA HISTORIA

El mover de Dios en el hombre no tiene precedente en la historia. Antes de la encarnación de Dios en Mateo 1, no existió en la historia el mover de Dios en el hombre.

A. Antes de la encarnación
Dios se movía
sólo con los hombres
y entre ellos

Antes de Su encarnación, Dios sólo se movió con los hombres y entre ellos en el Antiguo Testamento. El Antiguo Testamento tiene treinta y nueve libros. La mayoría de estos libros son muy largos y contienen muchas historias del mover de Dios. ¡Qué mover Dios tuvo con los hombres y entre ellos en el Antiguo Testamento! Cuando El creó todas las cosas en los cielos y en la tierra, ¡vaya mover! ¡Qué mover cuando El creó al hombre! Luego desde Génesis 3 hasta Malaquías hay muchas historias del mover de Dios. Pero todo lo que Dios hizo en el Antiguo Testamento era sólo con los hombres y entre ellos. El nunca hizo nada estando en el hombre. El nunca se movió en el hombre en el Antiguo Testamento.

B. A partir de la encarnación
Dios se ha movido
principalmente en el hombre

Comenzando desde Su encarnación, Dios se movió principalmente en el hombre. En el Nuevo Testamento todo lo que Dios hizo tuvo lugar principalmente en el hombre. La pequeña preposición en puede ser considerada como una palabra mayor en el Nuevo Testamento. Si usted quita esta preposición, el Nuevo Testamento queda vacío. Esto es como quitarle el interruptor a un aparato eléctrico. Sin el interruptor, la máquina no funcionará porque la electricidad no puede fluir en ella. La frase en Cristo se repite muchas veces en el Nuevo Testamento. Si nosotros no estuviéramos en Cristo y Cristo no estuviera en nosotros, no habría vida cristiana ni vida de iglesia.

II. EL MOVER DE DIOS CON LOS HOMBRES
Y ENTRE ELLOS

A. No es el mover que lleva a cabo directamente
la economía eterna para Cristo y la iglesia

Dios se movió en Génesis, Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio con Moisés. Luego Dios se movió en los libros de Josué, Jueces y Samuel. Luego se movió en cierto grado con los reyes de Israel y los profetas. Pero eso no fue el mover directo de Dios cuyo fin era llevar a cabo Su economía eterna para Cristo y la iglesia.

B. Es el mover indirecto en la vieja creación,
que prepara el mover directo de Dios
en Su nueva creación
con miras a Su economía eterna

El mover de Dios con los hombres y entre ellos fue sólo el mover indirecto en la vieja creación, que prepara el mover directo de Dios en Su nueva creación con miras a Su economía eterna. Es por esto que la iglesia no se menciona en el Antiguo Testamento. La iglesia era un misterio escondido. La economía eterna de Dios nunca se tocó directamente en el Antiguo Testamento. La economía de Dios en el Nuevo Testamento es única. En el Antiguo Testamento, uno no puede ver el mover directo de Dios con miras a Su economía eterna. Dios hizo muchas cosas indirectamente para la preparación del día en que vendría para hacer la obra directa.

El Nuevo Testamento empieza con la genealogía de Jesucristo en Mateo 1, y Su genealogía consta de cuarenta y dos generaciones. Cada generación preparaba la venida de Jesús. Tenemos que considerar el Antiguo Testamento como la preparación del mover de Dios en el hombre en el Nuevo Testamento. Si Dios no hubiera creado los cielos y la tierra con sus millones de cosas, ¿cómo podría existir el hombre? Los cielos fueron creados para la tierra, la tierra lo fue para la existencia del hombre, y la existencia del hombre en el Antiguo Testamento tenía como fin las generaciones que traerían a Cristo. Entonces, podemos decir que las cuarenta y dos generaciones en Mateo 1 representan todo el Antiguo Testamento.

Hace cincuenta y siete años, en 1936, escribí un libro llamado Análisis de la genealogía de Cristo, y lo que básicamente escribí allí fue incluido en las notas de nuestra actual Versión Recobro del Nuevo Testamento. Para escribir acerca de la genealogía de Cristo, usted necesita conocer todo el Antiguo Testamento. La genealogía de Cristo en Mateo 1 es un breve compendio del Antiguo Testamento, el cual es en sí una detallada genealogía de Cristo. Para entender la genealogía en Mateo, necesitamos volvernos al origen y a la historia de cada incidente. No debemos olvidar que el Antiguo Testamento preparó el mover directo de Dios en el hombre en el Nuevo Testamento.

III. EL MOVER DE DIOS EN SU ENCARNACION

Necesitamos ver el significado importante del mover de Dios en Su encarnación (Jn. 1:1, 14). Hoy muchos de aquellos que están en el cristianismo no ven este significado. Cuando ellos piensan en el nacimiento de Cristo, sólo piensan en un pesebre o en cosas paganas asociadas con la celebración de la Navidad. El cristianismo actual ha perdido la esencia genuina y el carácter genuino de la economía de Dios. Se ha convertido totalmente en una religión externa y formal. Tenemos que abandonar nuestros conceptos tradicionales y no bíblicos para ver en las Santas Escrituras la revelación del Dios Triuno encarnado.

A. Viene de la eternidad y entra en el tiempo

En la encarnación de Dios, El pasó de la eternidad al tiempo. Este es el primer significado intrínseco que debemos entender. En la eternidad Dios era ilimitado. Todo era eternidad en El. Pero cuando llegó el día de la encarnación, El salió de la eternidad y entró en el tiempo. La eternidad no tiene límite. El tiempo tiene límite. En la eternidad El podía estar en cualquier parte, pero en el tiempo El no podía estar en Nazaret cuando estaba en Jerusalén. Como hombre confinado, El estaba muy limitado.

En Juan 7 Sus hermanos lo desafiaron al decirle que se manifestara al mundo (vs. 4-5), pero El les dijo: “Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto”. Aunque el Señor es el Dios eterno, infinito e ilimitado, El vivió sobre la tierra como hombre, siendo limitado aun en el tiempo. Pese a que era el Dios ilimitado, El entró en el factor limitado del tiempo.

Dios creó todo usando el hablar. El dijo: “Sea la luz”, y fue la luz (Gn. 1:3). Pero El no se encarnó de esta manera instantánea. Por el contrario, El salió de Su eternidad para entrar en el tiempo y permanecer en el vientre de una virgen por nueve meses. Esto es muy significativo. Todos sabemos cuán difícil es hacer que un creyente sea espiritual, santificado, victorioso y celestial. Dios es omnipotente, y Su poder es ilimitado. ¿Por qué no produce millones de personas espirituales en un instante? En Su economía neotestamentaria Dios no hace las cosas instantáneamente. El hace todo según el principio de la encarnación. La encarnación de Dios lo sacó de Su eternidad al límite del tiempo.

B. Viene con Su divinidad
para entrar en humanidad

Dios salió de la eternidad para entrar en el tiempo y con Su divinidad entró en la humanidad. En el Antiguo Testamento la naturaleza y la esencia divinas nunca entraron en ningún ser humano. Pero un día Dios, el Ser Divino único, puso Su divinidad en el vientre de María. Desde ese día Dios se vistió de humanidad. El nunca antes había tenido algo humano, pero en Su encarnación El entró en humanidad y se vistió de ésta como parte de Su ser. En la eternidad El era solamente divino, pero mediante la encarnación El se hizo tanto divino como humano.

C. Para mezclar lo divino y lo humano
como una sola entidad,
manteniendo distintivos los dos elementos
de esta entidad sin producir
un tercer elemento

El mover de Dios en Su encarnación tenía como fin mezclar lo divino con lo humano como una sola entidad, manteniendo distintivos los dos elementos que hay en esta entidad sin producir un tercer elemento. En el pasado hubo una enseñanza herética que decía que cuando lo divino y lo humano se mezclaron, se produjo un tercer elemento. La tercera edición internacional del diccionario en inglés Webster’s le da el siguiente significado a la palabra mingle [mezclar]: “unir o combinar dos o más cosas distintas o una cosa con otra de tal manera que los componentes se mantengan discernibles en la combinación”. Por consiguiente, en la encarnación de Dios, los elementos divino y humano se mezclaron como una sola entidad, y ambos elementos permanecieron distintivos en esta entidad sin producir un tercer elemento.

La verdad acerca de la mezcla de la divinidad con la humanidad era conocida en los primeros días de la iglesia por los padres de la misma. Pero por causa de la herejía y la enseñanza errónea acerca de la mezcla, pocos maestros cristianos se han animado a afrontar este asunto de nuevo. Tenemos que considerar la verdad pura de la Biblia acerca de la mezcla de lo divino con lo humano como algo de gran significado en el mover de Dios en Su encarnación.

Esta entidad divina es muy espiritual y misteriosa porque es invisible. Pero en el Antiguo Testamento vemos el maravilloso tipo de la ofrenda de harina que nos muestra la mezcla de la divinidad con la humanidad en la persona de Jesucristo. Levítico 2:4-5 dice que esta ofrenda era una ofrenda “de tortas de flor de harina mezcladas con aceite”. El aceite indica el Espíritu Santo, y la flor de harina indica la humanidad. El Espíritu Santo se mezcla con el hombre para producir una ofrenda de harina que sirve para que coman tanto Dios como Sus sacerdotes.

IV. LA TRINIDAD DIVINA EN SU TOTALIDAD
PARTICIPO EN LA ENCARNACION

La Trinidad Divina en Su totalidad (el Padre, el Hijo y el Espíritu) participó en la encarnación. Muchos cristianos están acostumbrados a decir que la encarnación es tan sólo la encarnación de Cristo, pero debemos ver que es la encarnación de Cristo junto con la Trinidad Divina.

A. La encarnación de Cristo como Dios

La encarnación consiste en que Cristo como Dios se hizo carne. En 1 Timoteo 3:16 dice que Cristo era Dios manifestado en carne. Juan 1:14 dice que el Verbo se hizo carne. Esta es la encarnación de la Palabra. Pero el versículo 1 dice que el Verbo era Dios, y aquí implica a Dios en Su totalidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu. La encarnación es la encarnación de Cristo, quien es la incorporación del Dios Triuno (Col. 2:9). Por lo tanto, la encarnación de Cristo es la encarnación del Dios Triuno.

B. La encarnación del Hijo de Dios

La encarnación de Dios fue la encarnación del Hijo de Dios (Ro. 8:3). Dios es uno en Su esencia, pero en Su mover económico es tres. Es por esta razón que nosotros no decimos que Dios el Padre efectuó la redención. Decimos que Dios el Hijo efectuó la redención. Sin embargo, Hechos 20:28 dice que Dios ganó la iglesia con “Su propia sangre”. Esto quiere decir que la sangre de Cristo es la sangre de Dios. Esto implica que el Señor Jesús es Dios. Esto demuestra que debemos ser muy cuidadosos cuando hablemos acerca de la Trinidad Divina en Su persona y obra. La manera más segura es sencillamente seguir la Biblia. Todo lo que la Biblia dice, nosotros lo repetimos. La Biblia revela el aspecto económico de la Trinidad Divina y también revela el aspecto esencial. Nuestra redención la efectuó Dios el Hijo económicamente, pero Dios el Padre y Dios el Espíritu también tomaron parte en esta obra. Todo lo que el Hijo hizo lo llevó a cabo con el Padre y por el Espíritu porque los tres son uno en esencia.

C. Dios Padre participó en la encarnación

Dios Padre participó en la encarnación. Isaías 9:6 dice que un Hijo nos es dado. Esta era la encarnación. Según Isaías 9:6, el Hijo que nos es dado es llamado Padre eterno. ¿Es éste el Hijo o el Padre? Juan 5:43a dice que el Hijo vino en el nombre del Padre. Tenemos que considerar lo que significa esto. Si una persona va al banco para cobrar un cheque de otra persona, debe ir en el nombre de esa persona. Ir al banco en el nombre de otra persona es ir al banco como esa persona. Al venir el Hijo en el nombre del Padre significa que viene como el Padre. Esto equivale a que el Hijo es el Padre; por lo tanto, es llamado el Padre en Isaías 9:6.

En la Trinidad Divina, el Hijo, el Padre y el Espíritu son uno. El Hijo vino, pero el Hijo y el Padre moran el uno en el otro. Moran mutuamente el uno en el otro. El Hijo está en el Padre y el Padre está en el Hijo (Jn. 14:10). El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son realmente uno. Nadie los puede dividir. Existe una distinción entre ellos pero no hay separación alguna. En la oración del Señor en Juan 17, El reveló que El y el Padre son uno (vs. 21-22). En todo esto podemos ver que el Padre participó en la encarnación.

D. Dios el Espíritu se unió a la encarnación

Dios el Espíritu también se unió a la encarnación. En Lucas 1:35 el ángel le dijo a María que el Espíritu Santo vendría sobre ella como el poder para que pudiera concebir al santo niño. Mateo 1:18 y 20 dice además que María “se hallaba encinta del Espíritu Santo” y que “lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”. Esto indica que la esencia divina del Espíritu Santo se había engendrado en el vientre de María antes de que ella diera a luz al niño Jesús. La encarnación era la encarnación del Hijo de Dios, pero fue llevada a cabo por el Espíritu. El Espíritu también participó en la encarnación.

Ahora podemos ver que el Dios Triuno en Su totalidad —el Padre, el Hijo y el Espíritu— se encarnó. Los tres participaron en la encarnación. Cuando decimos “el mover de Dios en el hombre”, nos referimos al mover del Dios Triuno en el hombre, el mover de los Tres de la Trinidad Divina. La encarnación de Dios fue el comienzo del mover directo de Dios en el hombre. El Dios Triuno —el Padre, el Hijo y el Espíritu— salieron de la eternidad con divinidad para entrar en el ser humano y ser uno con el hombre, a fin hacerse hombre y de participar de la naturaleza de éste (He. 2:14a). Esto es muy grandioso y va mucho más allá de nuestro entendimiento natural. Dios vino de una manera silenciosa, de una manera secreta, e incluso de una manera pequeña. El vino en Su Trinidad Divina para entrar en el ser humano y engendrarse allí. Al hacer esto se hizo uno con el hombre y se hizo parte de él. Desde el momento de Su encarnación, El no sólo empezó a morar en el hombre, sino también a ser hombre.

El mover de Dios sobre la tierra en el hombre según el relato del Nuevo Testamento, siempre corresponde al principio de encarnación. Nuestra salvación es el mover de Dios en el hombre y es el mover de Dios para ser parte del hombre. Si Dios nunca se hubiera hecho como nosotros, en el sentido de entrar en nosotros para ser nuestra vida, nunca habríamos sido salvos. Siempre que una persona es salva, la encarnación se repite una vez más. ¿Qué es la salvación o la regeneración? Es la entrada de Dios con Su divinidad en el hombre, la cual le hace parte del hombre y hace del hombre parte de El. La salvación trae Dios al hombre y el hombre a Dios. La salvación hace a Dios hombre para que el hombre sea Dios (pero no la Deidad). Esto es la encarnación, y el principio de encarnación debería aplicarse a toda nuestra vida cristiana.

En la vida cristiana los esposos y las esposas deben amarse mutuamente, pero en su vida natural no son capaces de hacer esto. ¿Qué esposo puede amar a su esposa, y qué esposa puede amar a su esposo? Si un esposo cristiano realmente ama a su esposa, realmente no es él quien lo hace. Esto significa que vive según el principio de Gálatas 2:20: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”. Para que un esposo ame de este modo a su esposa, debe estar en el principio de la encarnación. A menos que Dios se vuelva usted y usted llegue a ser Dios, usted nunca podrá realmente amar a su esposa. Tenemos que comprender que nunca podemos ser humildes. La verdadera humildad se halla en el principio de encarnación. Si soy humilde en verdad, eso significa que Dios vino a ser yo y a mí me convirtió en El. Este es el sólido principio de la encarnación, y éste es el mover de Dios. Si Cristo no viene a ser nosotros y si nosotros no llegamos a ser Cristo, no podemos ser humildes ni podemos tener ninguna clase de virtud cristiana. Toda virtud cristiana que tenemos es parte de la encarnación. Al vivir cada día la vida cristiana, el Dios Triuno se va encarnando al volverse nosotros y al volvernos El. Dios se hace hombre y el hombre es hecho Dios. Cuando un hermano ama en verdad a su esposa, en ese momento él es Dios en la vida y naturaleza de Dios, mas no en Su deidad. En otras palabras, Dios se ha hecho él, y él se ha hecho Dios. Este es el mover de Dios en el hombre según el principio de encarnación.