EXPERIMENTAR, DISFRUTAR
Y EXPRESAR A CRISTO (1) – SEMANA 7
El pan de vida
Versículos relacionados
Juan 6:55-57
55 Porque Mi carne es verdadera comida, y Mi sangre es verdadera bebida.
56 El que come Mi carne y bebe Mi sangre, en Mí permanece, y Yo en él.
57 Como me envió el Padre viviente, y Yo vivo por causa del Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por causa de Mí.
Juan 14:19-20
19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veis; porque Yo vivo, vosotros también viviréis.
20 En aquel día vosotros conoceréis que Yo estoy en Mi Padre, y vosotros en Mí, y Yo en vosotros.
Juan 6:9
9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pescaditos; mas ¿qué es esto para tantos?
Marcos 6:42
42 Y comieron todos, y se saciaron.
Lectura relacionada
La afirmación más contundente y extraña hallada en toda la Biblia es Juan 6:57 … El Señor, quien es el Dios todopoderoso y el Creador del universo, nos exhorta a comerlo … Si esta palabra no hubiera sido dicha por el Señor, creo que ninguno de nosotros habría tenido el suficiente valor como para decir que debemos comer al Señor. Por supuesto, podemos decir que debemos adorar al Señor y temerlo, confiar en Él y obedecerlo, orar y trabajar por el Señor. Podemos usar muchos otros verbos para explicar lo que debemos hacer por el Señor, pero tendríamos temor de pensar que debemos comerlo. Todos debemos comer tres veces al día a fin de vivir. En otras palabras, vivimos al comer. Del mismo modo, para poder vivir por Él debemos comer al Señor. (Estudio-vida de Juan, págs. 204-205)
El capítulo 6 del Evangelio de Juan da muchos detalles acerca del Señor Jesús como el pan de vida. Vimos cinco características del Señor como pan de vida. Él es el pan celestial (vs. 41, 50, 51, 58), el pan de Dios (v. 33), el pan de vida (vs. 35, 48), el pan vivo (v. 51) y el verdadero pan (v. 32).
En nuestra vida cristiana, diariamente necesitamos la experiencia de tener contacto con el Espíritu de una manera práctica. No debemos conformarnos meramente con leer unos cuantos capítulos de la Biblia cada día, ni con recibir un pasaje de la Palabra durante el avivamiento matutino. Siempre que venimos a la Palabra necesitamos ejercitar todo nuestro ser, especialmente nuestro espíritu, para contactar a Cristo, quien ahora es el Espíritu vivificante. Definitivamente necesitamos leer la Biblia. Pero es crucial que tengamos contacto con el Espíritu en la Palabra al ejercitar todo nuestro ser. Si hacemos esto, recibiremos a Cristo como nuestro suministro de vida. Recibiremos el Espíritu como maná celestial.
Cristo es el pan de vida, el pan de Dios, el pan celestial, el pan vivo y el verdadero pan. Hoy en día este pan no es meramente el Cristo encarnado, crucificado, resucitado y ascendido, sino el Cristo que ha llegado a ser el Espíritu vivificante.
En el capítulo 3 de Juan tenemos el caso del caballero religioso, y en el capítulo 4, el caso de una mujer samaritana inmoral. Luego, en el capítulo 5 vemos que separados de Cristo y sin Cristo todo es vacío. El punto crucial del capítulo 6 es que estamos hambrientos y necesitamos que Cristo sea nuestro alimento. Hoy en día, este Cristo no es simplemente el que se encarnó y fue crucificado, ni tampoco el que resucitó y ascendió.
Él ahora es el Espíritu vivificante … Necesitamos a Cristo como nuestro suministro de vida … Día tras día debemos ejercitar nuestro espíritu para tener contacto con Él. Así como comemos tres comidas cada día, también durante el día necesitamos comer a Cristo como pan de vida una y otra vez. Incluso en todo momento debemos comer al Espíritu que da vida. Aquel que es nuestro Creador, Redentor, Salvador, Señor y Amo es el Espíritu vivificante a fin de que lo contactemos todo el tiempo.
Aunque usted haya sido cristiano desde hace muchos años, todavía tiene hambre cada día. Cristo no solamente es nuestra vida; Él también es nuestro suministro de vida, nuestro alimento diario.
Todos necesitamos a Cristo según es revelado en el capítulo 6 de Juan. Sí, hemos pasado por los capítulos 3, 4 y 5. Pero ahora en el capítulo 6, somos los hambrientos que están cerca del mar en Galilea y necesitamos a Cristo como nuestro suministro de vida. Necesitamos que Él sea nuestros panes de cebada y nuestro pescado. Lo necesitamos como la vida que genera y la vida que redime. Y es como Espíritu que Cristo es esta vida para nosotros. El Espíritu que da vida es la vida que genera, la vida que redime y la vida que vence. Necesitamos a este Espíritu como nuestra vida y suministro de vida, como nuestro alimento que nos nutre diariamente … Espero que todos podamos recibir la ayuda para darnos cuenta de que necesitamos a Cristo como nuestro suministro de vida, y entonces diariamente tengamos contacto con Él, quien es el Espíritu vivificante corporificado en la Palabra. (El cumplimiento del tabernáculo y de las ofrendas en los escritos de Juan, págs. 179, 184-186)
Lectura adicional: El cumplimiento del tabernáculo y de las ofrendas en los escritos de Juan, cap. 18